Informativo balear, ¿sin artículo balear?

Les escribo esta carta para declarar abiertamente mi repulsa por la vuelta, en los informativos de IB3, y en general a la televisión autonómica, la cual todos pagamos, a una lengua y forma de hablar que dista mucho ser la usada en las islas Baleares. Las modalidades insulares, protegidas en el artículo 35 de nuestro estatuto, ya declara que deberán protegerse, promoverse y usarse, en particular, el artículo Balear, nuestro gentilicio milenario, es un elemento de unión entre las islas Baleares. No entiendo que una característica tan genuina y que forma parte de nuestra identidad, como pueblo, se desprecie de esta manera.  Pienso que la vuelta a esta estandarización de la lengua catalana, (yo diría forma Barceloní), deja a un lado el sentimiento de identidad de todo un pueblo, aparte de mostrar, por parte de nuestras instituciones, un desprecio a esa identidad llamada Islas Baleares. NO es posible que desde este Govern se permita la extinción de una forma de hablar tan singular y tan significante para un pueblo milenario. Xerrar, rallar, formas tan insignes son despreciadas por IB3, que no es más que un mandato de los responsables de este Govern. ¿Quiénes son ustedes para quitar a nuestro hijos la herencia lingüística de estas islas? ¿Quiénes son ustedes para imponernos una lengua, lengua catalana,  (la cual nunca se hizo un referéndum al pueblo de estas islas), la cual  nunca la hemos sentido como nuestra?

El uso del artículo Balear en registros formales está plenamente aceptado por la mayoría de las personas de Baleares, como así demuestran muchas encuestas de opinión. El articulo Balear, o sea, la combinación des “salat” y “lalat” , incorpora un registro natural que es fruto de siglos de evolución lingüística. Es “SALAT”, lo usamos para cosas corrientes, “Sa mà”, en cambio Es “Lalat” lo usamos para cosas superiores, y únicas, “LA mar”. Nostros los Baleares, no necesitamos ninguna forma académica para distinguir plenamente cuando usar uno u otro. Esta es la herencia que como padres/madres, hombres/mujeres/ gobernates y políticos, tenemos como  obligación preservar y dejar como herencia. Sino, ¿qué tipo de pueblo seremos en un futuro? ¿Sabremos cuál es nuestra identidad? ¿De dónde venimos? ¿Quienes eran nuestros antepasados? Y los honderos?  Es una acto de responsabilidad, por parte de nuestros políticos, entender esta idiosincrasia, respetarla y promoverla. Por desgracia, con mandatos como este, la eliminación de las formas Baleáricas,  lo único que hacen es fracturar una sociedad que no desea, no quiere la lengua catalana, y que no identifica una televisión, IB3 como suya. Parece ser que estos gobernantes actuales tienen  una mayor  preocupación por la unidad de la lengua catalana, que el orgullo de un pueblo y la preservación de su identidad.

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Carta al director publicada a mallorcadiarioEl Mundo/El Día de Baleares i Diario de Mallorca.

Més de 400 persones ja han confirmat sa seva assistència an es sopar d’afirmació mallorquinista de sa Jaume III

Sa tradicional ofrena floral serà avui dissabte dia 24 a les dotze, a sa Creu des Camp de sa Batalla (Llucmajor) – En es sopar de s’Hipòdrom de Son Pardo han confirmat sa seva assistència Gari Durán, Xavier Pericay, Olga Ballester, Fernando Navarro, Toni Deudero, Aina Aguiló i Fernando Gilet.

Més de quatre-centes persones han confirmat sa seva assistència an es sopar d’afirmació mallorquinista que, amb motiu des II aniversari de sa Fundació Jaume III, tendrà lloc dissabte vespre a les 20:30h a s’Hipòdrom de Son Pardo. Han confirmat sa seva assistència sa senadora Gari Durán, es diputats Xavier Pericay i Olga Ballester, es canditat de C’s a ses eleccions generals, Fernando Navarro, així com militants significatius des Partit Popular com Toni Deudero, Aina Aguiló i Fernando Gilet. Es sopar conclourà amb s’interpretació de s’himne Pàtria. Abans de sopar, se vendran tiquets a s’entrada des restaurant.

Abans, a les dotze des migdia d’avui dissabte 24 d’octubre, se celebrarà sa tradicional ofrena floral al Rei Jaume III. S’acte commemora sa data en què va morir Jaume III -un 25 d’octubre de 1349, a mans de ses tropes aragoneses de Pere IV el Cerimoniós- i tendrà lloc en es Camp de sa Batalla de Llucmajor, on va perdre sa vida es darrer rei privatiu de Mallorques.

Sa Fundació Jaume III deplora que IB3 renunciï a sa formalitat de s’article salat quan se dirigeix a un públic balear

S’ha posat en marxa una recollida de firmes a sa plataforma change.org “Volem IB3 en mallorquí, menorquí i eivissenc” que ha conseguit més de mil firmes en tres dies 

Sa Fundació Jaume III deplora que sa direcció d’IB3 hagi reculat en s’ús de s’article baleàric en ets informatius de sa televisió autonòmicaUna vertadera llàstima per sis motius

a) s’ús de s’article baleàric a registres formals i a un àmbit balear està plenament acceptat per part de sa majoria de balears, com donen fe totes ses enquestes s’opinió. Adjuntam retall d’una enquesta publicada a Ultima Hora (6-10-2014). Volem recordar que és es poble qui fa sa llengua, no ets acadèmics.
b) s’ha demostrat durant aquest darrer any i mig que s’article baleàric (i ses modalitats insulars en general) són perfectament aptes per usos formals i així ho demostren polítics, professors, periodistes i representants de sa societat civil quan l’utilisen de forma majoritària per dirigir-se an es públic balear a ses seves declaracions públiques. No entenem que lo que es vàlid, per exemple, en es Parlament balear, no ho sigui pes locutors de sa televisió i ràdio autonòmiques.
c) s’article baleàric, com indica es seu nom, és un element de cohesió de ses quatre illes balears. No entenem que una característica tan genuïna que forma part de s’identitat balear se despreciï d’aquesta manera. Una televisió balear i un Govern balear dignes d’aquest gentilici mil·lenari s’haurien d’esforçar per dignificar aquest element, no empegueir-se d’utilisar-lo.
d) es sistema de s’article baleàric, o sigui, sa combinació des salat i es lalat, incorpora un registre natural que és fruit de segles d’evolució lingüística. Es salat s’usa per ses coses corrents (sa mà); es lalat, per ses coses superiors i úniques (la mar). Es balears no hem de menester cap norma acadèmica per sebre quin article hem d’utilisar a cada context (que en això, i no en cap altra cosa, consisteixen es registres). Ho feim de forma natural. 
e) es sistema de s’article baleàric, o sigui sa suma des salat i es lalat, permet uns matisos que no permet s’article lalat tot sol. No és lo mateix “sa pobra nina” o “la pobra ninaLo primer vol dir que sa nina no és rica, lo segon que fa llàstima.
f) es sistema baleàric (salat-lalat) està en perill de desaparició perquè s’ha deixat d’ensenyar a s’escola.  Basta escoltar sa jovenea de Palma per temer-se’n: sala quan ha de lalar i lala quan ha de salar. Ses autoritats balears tenen s’obligació de promoure s’ús correcte des sistema baleàric perquè és una part essencial de ses modalitats insulars reconegudes per s’Estatut d’Autonomia.

Recollida de firmes a change.org

Sa Fundació Jaume III i Foment Cultural hem posat en marxa una campanya de recollida de firmes a sa plataforma change.org on demanam que s’article baleàric se continuï usant en ets informatiusSa campanyadu per títol “Volem IB3 en mallorquí, menorquí i eivissenc”. Sa campanya ha conseguit més de mil firmes en tres dies.

IB3, ¿televisión balear?

Somos muchos los ciudadanos que no conciliamos con las ruedas de molino del nuevo gobierno de las Islas Baleares, -el que afirma que “todos somos cultura catalana”, refiriéndose a nosotros, los baleares- y que ha manifestado la intención de imponer (de hecho ya han empezado) el catalán de Barcelona y suprimir de IB3 el menorquín, el mallorquín y el ibicenco. ¡Con lo sencillo que es que el que quiera televisión en catalán sintonice TV3, la televisión de Cataluña!

La DUDL (Declaración Universal de Derechos Lingüísticos) considera que todos los pueblos tienen derecho a expresar y desarrollar su cultura y su lengua en libertad. Entonces, ¿qué pasa en Baleares? ¿El Gobierno Balear no piensa velar por nuestros derechos? ¿O sólo se preocupa por alimentar el proceso de substitución lingüística? La decisión de catalanizar IB3 no corresponde a cuestiones “científicas” o lingüísticas, sino a cuestiones ideológicas y políticas. Así cuando todos hablemos el catalán de Barcelona, todos seremos “catalanes”. Éste es el fin que persigue el pacto de izquierdas formado por PSOE, PSM-MÉS y Podemos, finiquitar nuestra identidad.

La televisión valenciana contó con un estándar regional basado en la lengua valenciana. La televisión catalana cuenta con su estándar regional basado en la lengua catalana. Aquí en Baleares tenemos una televisión mimética a la catalana, sin personalidad y distante de la lengua viva de Baleares. ¿Por qué en las Islas Baleares no podemos disfrutar de una televisión pública en nuestra lengua tal como hace en la actualidad Cataluña con TV3 en catalán y tal como hizo la Comunidad Valenciana con Canal 9 en valenciano? En Cataluña sería un escándalo si se quisiera imponer el valenciano, en cambio en Baleares llevamos padeciendo durante décadas la imposición de catalán y como si no no pasara nada.

El búlgaro y el macedonio son dos lenguas consideradas distintas pero inteligibles entre si. Es decir, que pueden entenderse entre si búlgaros y macedonios hablando sus lenguas propias. Sería inaceptable que en la televisión pública de Bulgaria se aplicara el modelo lingüístico de la televisión pública de Macedonia. El mismo disparate sería que en la televisión pública de Portugal se aplicara el mismo modelo lingüístico de la televisión pública de Galicia, por muy inteligibles que sean entre si el portugués y el gallego.

La campaña ‘Volem IB3 en Mallorquí, Menorquí i Eivissenc!’, impulsada en internet a través de la plataforma change.org por la Fundació Jaume III y por la asociación Foment Cultural de ses Illes Balears, en apenas unas semanas ya cuenta con cerca de 6.000 firmas.

No pretendemos un modelo lingüístico que no sea legítimo o fuera de la normativa. El balear puede tener su propia normativa, más próxima a nuestra forma de hablar sin mutilar la lengua, tal como se benefician valencianos y catalanes con sus propias normativas regionales.

La catalanización de IB3 es propio de una actitud dictatorial por hacer caso omiso a la mayoría de la ciudadanía balear que requiere la presencia del mallorquín, del menorquín, del ibicenco y del formenterense en la televisión balear, tal y como lo demuestran todas las encuestas realizadas hasta el momento. El nuevo Pacto de izquierdas con la sra. Armengol al frente empezó la legislatura diciendo que escucharía la voz de la calle, y ahora tienen una ocasión perfecta para demostrarlo. Nosotros pagamos, nosotros decidimos.

El catallorquín

Fernando Fortuny

No sé si habrán escuchado cómo hablan los jóvenes de hoy. Yo sí lo he hecho y ya hace varios años, concretamente desde que se instauró la enseñanza en catalán. Cuando estudiaba el bachillerato, allá por los años 60, todo se hacía en castellano, pero cuando salíamos al patio todos hablábamos en mallorquín y que yo recuerde nadie nos llamó nunca la atención por ello. Ahora, según me cuenta un sobrino, en clase se habla catalán y en el patio castellano. Y es lógico, cuando uno juega uno no piensa en el modo de decir las cosas, salen espontáneamente, por eso los chicos no hablan en el recreo en el modelo estándar artificioso que se aprende en clase pero que no se habla en su casa. En casa se habla mallorquín o castellano pero no catalán, con un fonética, muchas palabras y un artículo determinado distintos.

Todavía recuerdo como en el colegio de Montesión, venía un señor llamado Francisco de Borja Moll, ¿un don nadie, verdad?, y nos daba clases gratuitas de mallorquín, con nuestros artículos, nuestras expresiones, nuestra fonética y nuestras palabras. Sus descendientes, en cambio, no le han honrado siguiendo sus enseñanzas. Una pena.

Posteriormente, realicé mis estudios universitarios en Barcelona. Al principio lo pasé mal porque a los catalanes les encanta escuchar nuestro catalán y querían que hablara en mallorquín, pero el problema era que no me entendían y tenía que decírselo en castellano hasta que aprendí sus variantes. Recuerdo que una vez en Andorra, quise hablar por teléfono y fui a las clásicas centralitas con cabinas, aquellas que la telefonista conectaba y desconectaba cables y te decía cabina número 12. ¿Qué pasaba? Como la comunicación era deficiente tenías que hablar en voz alta y se enteraba todo el mundo de lo que decías. Pues bien, cuando acabé, salgo de la cabina y la telefonista me preguntó en qué idioma hablaba. La expresión suya fue: “ ¡¡Qué diferenteeeee!!”

La simpatía que tienen los catalanes con los mallorquines es pública y notoria, encuentran que nuestro catalán es más agradable y no tan seco como el suyo. Uno de mis mejores amigos es catalán, tengo familia directa catalana y nunca se me ha ocurrido decirles que en Mallorca tenían que utilizar el artículo salado ni ellos nunca me han insinuado que utilice el artículo lalado. Allí donde fueres haz lo vieres, por eso cuando voy a Barcelona hago un esfuerzo y hablo con su artículo y fonética tan característicos, pero aún así enseguida me dicen “Tu ets de ses illes”, pero lo hacen con una sonrisa y de una forma cariñosa.

Yo veo a menudo la televisión catalana porque es buena y además los presentadores no hacen ningún esfuerzo para hablar su catalán, en cambio escuchar IB3 TV y radio es un auténtico esperpento. A veces utilizan nuestro artículo, otras no, palabras catalanas mezcladas con las mallorquinas y sobre todo la fonética, daña los oídos, por eso casi nunca la veo excepto aquellos programas típicamente mallorquines. La pronunciación de los informativos es algo muy serio. No es ni catalán ni mallorquín es catallorquín.

Los que vivimos en un ambiente rural nos resulta muy desagradable escuchar a nuestros políticos hablar el catallorquín porque se está perdiendo nuestro vocabulario y al final estamos perdiendo nuestra identidad, y no se habla bien ni el mallorquín ni el catalán ni el castellano. Cuando un político mallorquín habla en público en catalán estándar, debe saber ue no nos representa y que además hace el ridículo. ”Això no fa cult, fa curt”.

A los eruditos de la UIB les recuerdo que estas siglas quieren decir Universitat de SES ILLES BALEARS. ¿O es que son una sucursal de la Pompeu Fabra o del IEC? Y OCB quiere decir Obra Cultural BALEAR, deberían cambiar la B por una C y sabríamos por fin a qué atenernos. Qué poca personalidad, qué poco amor a esta tierra y qué mercantilismo hacia los catalanistas, que, por cierto, no son lo mismo que los catalanes.

Y lo peor de todo eso es que así como van las cosas es posible que el catalán se convierta en una lengua extranjera. Sería intolerable. Los españoles de Mallorca hablamos en un catalán que tiene un nombre MALLORQUIN, y al que no le guste o no quiera aceptarlo lo mejor es que lo haga en castellano.

Así lo pienso, así lo digo.

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Publicat a El Mundo-El Día de Baleares, es 4-9-2015.

Títeres del separatismo

Este martes nuestra cámara regional rechazaba una proposición no de ley de C’s en la que se defendía la Constitución, la unidad de España, el cumplimiento de la Ley y de las sentencias judiciales y la igualdad de todos los españoles ante la ley, amén de recordar que la soberanía nacional reside en todos y cada uno de los ciudadanos españoles, no sólo en una parte. La propuesta, impecable y oportuna, era rechazada por el PSIB, Més, PI y Podemos. Tenemos el dudoso honor de contar con el primer parlamento autonómico que vota en contra de una declaración antiseparatista que había corrido mejor suerte en el resto de cámaras regionales donde se había presentado. Los diputados que votaron en contra tal vez no sean conscientes de que lo son gracias a la legitimidad que les concede un marco autonómico y constitucional que Artur Mas y cía quieren destruir. La secesión de Cataluña afecta a toda España y por ende a nuestras islas, no es un tema de ámbito exclusivamente catalán ni tampoco “una obsesión personal” como le recriminaron a Xavier Pericay (C’s), en un ejercicio sumo de hipocresía por parte de quienes no tienen ni han tenido otro espejo en el que mirarse que Cataluña, a la que veneran. Nada, en efecto, nos lleva a pensar que el marco autonómico de la España que hoy conocemos vaya a ser el mismo si finalmente se consuma la secesión de Cataluña. Para más inri, de ahí el malestar que les producen estos debates a los catalanistas, nuestra relación con Cataluña es “especial”, que diría Armengol, puesto que los impulsores del Procés (Òmnium, CDC, CUP, ERC) nunca han renunciado a sus sueños imperiales de integrar a Baleares en la nación lingüística, cultural y política de los fantasmagóricos Países Catalanes.

En efecto, en las instancias oficiales de Cataluña y Baleares se tiene por una verdad indiscutible que formamos parte de la misma “nación lingüística, cultural e histórica”, de acuerdo con la divisa de la Europa de Hitler: una lengua, una cultura, un pueblo, una nación, un estado. El domingo pasado, coincidiendo con los comicios catalanes, se cumplían dos años exactamente (27-09-2013) de la aprobación por parte del Parlamento de Cataluña de una declaración que, además de reclamar por enésima vez la unidad del catalán, reconocía “els Països Catalans com una realitat cultural, lingüística i històrica compartida entre els seus diferents terrritoris, actualmente ubicats en diferents estats i en el cas de l’estat espanyol en diferents comunitats autonòmiques”. Quiero recordar que, como respuesta a esta injerencia,José Ramón Bauzá llevó el asunto al parlamento balear y que Més y PSIB no dudaron en asegurar que los “Països Catalans” sí existían, apoyando de este modo la declaración del parlamento catalán. Lo curioso fue que algunos periodistas se burlaron de Bauzá por llevar a la cámara balear este debate y no hicieran lo propio con sus homólogos de Cataluña. Más allá de su frivolidad, estos periodistas ya estaban ejerciendo con sus mofas de adormideras morales y cívicas al tachar de obsesionados con el pancatalanismo a los que alertábamos de su peligro. Eran los mismos que se reían del “España se rompe” aventado por algunos con total realismo, por cierto, como se ha terminado demostrando. Estas declaraciones de ambos parlamentos tenían un fondo político innegable y no eran comparables a discutir sobre la existencia de Dios, como alguien dijo también en otra desafortunada comparación, entre otras cosas porque, desgraciadamente, la identidad nos preocupa mucho más que la existencia del creador.

A la luz de todo ello y del debate del martes, queda claro que para los nacionalistas y los socialistas catalanes y baleares, la cultura y la historia (y la política, claro, que debe ponerse al servicio de todas ellas) son meras criadas al servicio del tótem de la lengua y la lengua, claro, es la nación. En consecuencia, si hay una comunidad autónoma afectada por lo que está ocurriendo en Cataluña esa es, indudablemente, Baleares. Lo saben aquí y al otro lado del charco, por mucho que lo quieran negar Xicu TarrésNel MartíDavid Abril o Melià Jr.

Yo entiendo que estas verdades pongan de los nervios a los colaboracionistas del Procés de Baleares que siempre han preferido la estrategia gradual de “fer i callar”. Mientras no deja de dar pasos para que la sociedad balear –sobre todo las nuevas generaciones– vaya tomando conciencia de su catalanidad, de la historia compartida con los catalanes y de los agravios de todo tipo que compartiríamos con nuestros hermanos de ultramar, con el horizonte siempre puesto en una unión fraternal con Cataluña que nos llevaría a la plenitud nacional, el catalanismo trata de no espantar a los ciudadanos, sobre todo el PSIB cuyos votantes, en buena medida, son peninsulares y ajenos por tanto a los delirios de sus dirigentes. De ahí su incomodidad cuando tienen que afrontar abiertamente estos debates. A menos que se vean obligados a hacerlo, prefieren no mojarse y presentar la restauración de las relaciones culturales con Cataluña, el pisoteo de los derechos de los castellanohablantes o la imposición del catalán central en IB3 como una enigmática “vuelta a la normalidad”. Como era de esperar, la intervención del ibicenco Xicu Tarrés (PSIB) del pasado martes fue un monumento a la doblez y a la equidistancia acostumbradas. Tarrés abogó por la “reforma federal” como el bálsamo de Fierabrás para apaciguar a la fiera separatista sin explicar en qué consiste este milagroso federalismo. Tarrés insinuó que este “federalismo” tal vez significara sólo sentarse a dialogar con los separatistas, como si el diálogo por el diálogo fuera la solución. Lo que quedó claro una vez más fue la indefinición del PSIB en cuanto al modelo territorial que llevan meneando desde tiempos de Rodríguez Zapatero con los resultados por todos conocidos.

El PSOE ha sido el principal responsable del avance del separatismo en Cataluña y en Baleares al dar carta de nobleza al nacionalismo. Por cálculo electoral –mal cálculo, realmente– y por las convicciones de dirigentes como Armengol, los socialistas se han situado en la equidistancia en su afán por presentar a los demás partidos como unos radicales y atraer así votos de unos y de otros. Su estrategia ha consistido en presentarse a sí mismos como el centro moderado entre los dos polos que encuadrarían a los nacionalistas catalanes (Més, CDC, ERC, CUP) de una parte y a los otros “nacionalistas” españoles (PP, UPyD, C’s, Vox) de otra. Más allá del escaso éxito en su empresa, esta traición a la idea de España al tratar del mismo modo –en el mejor de los casos– a los defensores de España y a sus enemigos ha sido letal para la unidad de la nación y clave para las aspiraciones de los nacionalistas. Sistemáticamente, los socialistas se han alineado con los nacionalistas a los que han dado cobertura institucional y propagandística, legitimando su discurso y entregándoles grandes parcelas de poder donde han hecho y deshecho a su antojo.

Simultáneamente, las terminales socialistas trataban de quitar hierro a los atropellos y avances de sus socios. Todavía me acuerdo de las chanzas que motivó el profético sonsonete del “España se rompe”. Unas burlas que, a modo de estupefaciente, contribuyeron al desarme moral de la nación. Nunca han trabajado para otra cosa.

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Article publicat a El Mundo-El Día de Baleares, es 3-10-2015.

Germà Gordó los retrata a todos

El escándalo suscitado por las declaraciones de Germà Gordó, nada menos que el actual consejero de Justicia de la Generalitat de Artur Mas, ofreciendo el pasaporte del nuevo estado catalán a los baleares y valencianos que así lo deseen, ha permitido conocer de primera mano la posición de cada partido en Baleares en relación a una cuestión, el gran tabú, que lleva revoloteando desde hace cuarenta años en Baleares sin que nadie quiera abordarla de cara. Suena a tautología recordar a estas alturas que la lengua catalana es el elemento central en torno al cual se quiere construir la nación catalana y, en consecuencia, el estado catalán. Es innegable a la vista del “Procés” iniciado en Cataluña, como lo es también en Valencia y Baleares donde sus colaboracionistas (Més, ERC, Compromís) llevan décadas cantando las excelencias de Cataluña y fomentando el odio a España y a sus símbolos nacionales, como la reciente ofensa al Ejército del alcalde de Manacor de Més, o la negativa de los diputados de Més a acudir a la audiencia del Rey en Marivent. Como muy bien apuntaba ayer en este periódico el candidato de C’s a las elecciones generales, Fernando Navarro, el nacionalismo catalán ha elegido la lengua como hecho diferencial para “diferenciarse” (en realidad, “ser superior a”, nadie se diferencia pera ser menos) de los demás como hubiera podido elegir el folklore, la raza o la etnia como cimiento para la construcción nacional de un estado independiente. De ahí que para el nacionalismo la lengua sea la patria y la patria la lengua. El sintagma “lengua nacional” al que abogan sistemáticamente intelectuales nacionalistas como Gabriel Bibiloni, Jaume Corbera, Bernat Joan o Damià Pons es un concepto definitivo que equipara lengua a nación y nación a lengua. Un estado independiente es la condición sine qua non para que el catalán sobreviva como idioma. Y el idioma, claro, es la clave de bóveda sobre la que se asienta la construcción de un estado soberano. En definitiva, la lengua es la nación y la nación es la lengua.

En Baleares y Valencia, debido a la mayor debilidad del catalanismo, la política (la construcción nacional) se ha tenido que disfrazar de actividades culturales y de promociones lingüísticas para crecer. En Cataluña, si bien durante décadas se siguió el mismo patrón, el sentimiento de formar parte a una nación lingüística como tal ya había alcanzado tal grado madurez que sólo faltaba su culminación: el estado nacional. Hay que ser muy ingenuos para creerse las declaraciones de David Abril, el portavoz de las camisetas de colorines de Més, afirmando que su formación está de acuerdo con el concepto de nación lingüística y cultural de los Països Catalans –algo que todos ya sabíamos– pero no, en cambio, con la creación de un nuevo estado independiente, asociado de algún modo a la nueva Cataluña en ciernes. Més abogaría así por una especie de “coitus interruptus”, o sea, alimentar entre su militancia el separatismo y, a la hora de la verdad, cortar en seco la culminación del acto prohibido, con la frustración que se generaría entre su electorado. Ahora mismo, Més debería estar destapando botellas de cava catalán a todas horas después de la proposición de Gordó de otorgar el carné catalán a los baleares más “conscientes y avanzados”, no en vano esto es lo que han venido reclamando sus bases más conscientes y los intelectuales antes referidos. Si algo no han perdonado nunca los Bibiloni, Corbera y Bernat Joan a Jordi Pujol (y a su partido, CDC) ha sido que Cataluña abandonara a los baleares a su suerte, al menos a los catalanes de Mallorca más conscientes. ¿De qué se quejan ahora?

Otra que ha quedado bien retratada ha sido Francina Armengol cuya primera obligación, como presidenta de Baleares, es defender a los baleares de estas injerencias y a las instituciones que ella misma representa. A diferencia de los presidentes socialistas de Aragón y Valencia que sí han rechazado con rotundidad los humores imperialistas de Gordó, Armengol ha querido quitar hierro al asunto, dejándolo en un “debate estéril” con claras “intenciones electoralistas” (lo que indica reconocer que entre los principatinos, la idea de los Països Catalans vende, lo cual es más preocupante todavía) y que ella, en un ejercicio de responsabilidad, no quiere entrar en un “debate que quieren calentar los nacionalistas españoles y nacionalistas catalanes”. La inquera se metamorfosea y se pone ahora el traje de “no nacionalista” mientras, simultáneamente, recurre a uno de los argumentos más manidos y socorridos del nacionalismo catalán: acusar al contrincante del “nacionalista español”. Y tú más. Armengol debería saber que el nacionalismo, por definición, es un movimiento de aquellos que aspiran a tener una nación o a engrandecerla geográficamente. No es el caso de los españoles que, afortunadamente, ya tenemos una nación y no albergamos ninguna pretensión de devolver a España territorios que, como Sudamérica o las Filipinas, sí fueron españoles durante siglos. ¿Qué sentido tiene que los españoles seamos nacionalistas irredentos? La pusilanimidad y el servilismo de Armengol se explican no tanto por sus pactos con Més como por su catalanismo del que nunca ha abjurado.

Tampoco el PI de Jaume Font, otro partido catalanista que vende regionalismo a los incautos, ha salido a decir esta boca es mía. Tampoco el PP, que lleva tres meses de vacaciones y lamiéndose las heridas, ha salido a la palestra para cantar las cuarenta a Gordó. Intuyo que este silencio clamoroso se debe a que la formación conservadora ha interiorizado que su derrota electoral fue producto de las políticas lingüísticas de Bauzá. El PP balear, una formación tradicionalmente desnortada, cobarde e indigente, debe ser el único partido en el mundo que se cree lo que sus adversarios dicen de él. Los pobres sólo aspiran a hacerse perdonar.

En tres meses el PP ha callado como un muerto en todos y cada uno de los anuncios que ha hecho el Govern para “volver a la normalidad” de la tiranía lingüística que nos amenaza de nuevo. El PP quiere evitar hablar de lengua a toda costa en su afán por regresar a los felices tiempos de los infaustos Tòfol Soler, Bartomeu Rotger, Jaume Matas y Manuel Ferrer Massanet, cuando prepararon toda la infraestructura jurídica y administrativa para el asalto del catalanismo en Baleares, sucumbiendo a las insistentes demandas de la OCB y del departamento de filología catalana de la UIB. Ni siquiera esta cuadrilla de ineptos con sentimiento de culpa supieron hacer lo que valencianos y principatinos estaban haciendo por aquel entonces en sus medios audiovisuales como Canal 9, TV3 o Catalunya Ràdio: crear un estándar regional (valenciano, barcelonés) adaptado al modo de hablar mayoritario de sus hablantesrespectivos al rebufo de la modernización que se estaba acometiendo entonces de la lengua literaria fabriana, un modelo anquilosado desde los años treinta. Ni siquiera los populares supieron abordar en Baleares este impulso de reestandarización para acercar el estándar a la lengua viva de la calle. Ni eso. Gracias a su entreguismo, indigencia e innata cobardía, los baleares nos hemos tenido que tragar el estándar regional (acastellanado y localista de Barcelona, según el propio Corbera) que nos venía de Barcelona. El PP ha sido el máximo responsable del arrinconamiento de las modalidades insulares que, al menos de boquilla, habían defendido durante el debate estatutario (1983) y la ley de normalización (1986), traicionando así a sus votantes que nunca han entendido las rídiculas pretensiones catalanistas de sus dirigentes. Nunca se lo agradeceremos demasiado.

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Publicat a El Mundo-El Día de Baleares, es 29-8-2015.

Sa Fundació Jaume III demanarà a José Hila que Cort usi un estàndar molt més acostat a lo que xerren es ciutadans de Palma

Cort, una institució gens respectuosa amb sa modalitat insular de Mallorca– Demà dilluns, 31 d’agost, a les 12:00h, a Cort

Una delegació de sa Fundació Jaume III se reunirà demà dilluns a les 12:00a Cort amb José Hilabatle de s’Ajuntament de Palma. Aquesta reunió forma part de sa ronda de reunions que sa nostra fundació té previstes fer amb sos nous representants de ses principals institucions balears sortits des resultats electorals des passat 24 de maig.

Sa nostra fundació creu que s’Ajuntament de Palma té tendència a no respectar ses nostres modalitats insulars reconegudes a s’Estatut en tot lo que se refereix a ses comunicacions visuals (cartelleria, noms des carrers) i escrites (models de sol·licitud, instàncies…) dirigides an es ciutadans. També demanarem a José Hila que faci passes perquè a s’aeroport de Palma se balearisin es cartells que avui en dia estan en barceloní

No parlam només d’usar s’article baleàric –al qual se sol reduir erròniament i interessadament sa nostra proposta lingüística– sinó de lèxic, morfologia verbal i estructures sintàctiques barcelonines que suplanten lèxic, morfologia verbal i sintaxi ben mallorquins i totalment admesos per sa normativa. En resum, es català de Cort que podem trobar a Palma és exactament es mateix que podem trobar a Manresa. Ni més ni pus.

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Els adjuntam abaix també una sèrie d’exemples d’aquesta falta de sensibilitat cap a sa modalitat mallorquina.

Els posam una sèrie d’exemples (ses imatges en format jpeg les poden trobar a sa nostra web a Filologia>Catalanadesque posen en evidència com es tècnics lingüístics de Cort adesiara s’estimen més usar lèxici morfologia bacelonins que mallorquins, encara que aquestdarrers siguin totalment admesos pes diccionari normatiu de s’Institut d’Estudis Catalans.

 image

Exemples:

1. Espereu. Premeu [el botó]. En mallorquí hauria de ser: Esperau. Pitjau (Semàfors)

2. Paper i cartró. En mallorquí hauria de ser: Paper i cartó (EMAYA)

3. Si us plau, introdueixi el tiquet. Hauria de ser: Per favor, introduesqui es tiquet (aparcaments de sa Plaça Major)

4. Estem millorant la nostra ciutat. Disculpin les molèsties. Hauria de ser: Milloram sa nostra ciutat. Disculpin ses molèsties. (EMAYA)

5. Espanya, el país que portes dins. Vine de vacances al país que creus conèixer. Hauria de ser: Espanya, es país que dus dedins. Vine de vacacions en es país que te penses que coneixes(AENA. Aeroport de Son Sant Joan)

Ninguneo al Parlament

En un franco rechazo a la voluntad expresada por la misma cámara balear que la invistió hace unos meses presidenta balear, Francina Armengol (19% de los votos en Mallorca) se niega de momento a destituir de sus cargos a Juli Fuster –el maridísimo de la consejera de Salud– y a Pau Thomás, el hijo del otrora consejero de Salud, Vicenç Thomàs. Sólo desde el autoritarismo puede entenderse tamaña cerrazón en una Armengol que se ha mostrado infatigable en la oposición a la hora de reivindicar una mayor dignificación del Parlament y que, ahora en el Govern, se pasa por el forro sus dictados. La cámara autonómica tiene dos funciones primordiales: legislar y controlar al Govern. El control se ejerce mediante interpelaciones al conseller de turno, preguntas al Govern y la presentación de mociones y proposiciones no de ley que tratan de marcary orientar las políticas del ejecutivo. Al aprobarse una de estas propuestas, el Govern está obligado a obedecer el mandato de los diputados. Si no lo hace, a los seis meses el ejecutivo debe explicar por qué no lo ha hecho. Naturalmente, uno puede agarrarse a la letra del reglamento de la cámara para dejar pasar el tiempo y no hacer nada. Ésta parece la opción elegida por el Govern de PSIB y Més. Sin embargo, esto dice muy poco a favor de su talante democrático, máxime cuando todavía recordamos los gemidos de los socialistas porque el PP “ignoraba el Parlament” o el juramento del cargo por “imperativo legal” de los diputados de Més, sugiriendo tácitamente que la ley –o sea, el reglamento al que ahora se aferran desesperadamente para no obedecer a la cámara– no siempre es sinónimo de ética y justicia. Tampoco coadyuva a dar lustre al legislativo que una nerviosa Armengol regañe a Xavier Pericay y le diga qué debe preguntarle y cuáles deben ser sus desvelos como diputado. La presidenta debería recordar que su función es ahora rendir cuentas y no controlar al adversario. Debe responder, no preguntar. Tampoco dignifica la cámara el lenguaje de matón que utiliza un asilvestrado Carlos Saura (Podemos) cuando se refiere al PP como “mafia calabresa” o “sindicato del crimen”. Saura debería ser amonestado. Ni tampoco que la apparatchik Pilar Costa se refiera al PP como “el partido más corrupto de la historia”, pasando por alto los regímenes comunistas y bolivarianos en los que se miran sus todavía socios de Podemos, por no hablar de la corrupción de su propio partido en otras latitudes. A las primeras de cambio observamos que el “nuevo tiempo político” que algunos anunciaron tampoco ha contribuido a la tan cacareada regeneración del poder legislativo. Como diría Miquel Payeras, otra utopía desvanecida.

La moralina de Ros. A estas alturas no me sorprende tanto la cara de cemento armado de Armengol como los periodistas de cámara que le bailan el agua. El Ara Balears se burlaba el otro día del diputado popular, Antoni Gómez, por preguntarle al Govern si todavía percibía dietas por asistir a los plenos, a lo que el vicepresidente Biel Barceló contestó que no, dejando al de Escorca sin palabra. Tres días después hemos sabido que Barceló mintió en sede parlamentaria ya que todavía no había renunciado oficialmente a ellas y que Armengol quiere seguir cobrándolas. Medias verdades, hipocresía al por mayor y politiquería de la peor ralea. La misma que practica Cristina Ros, la directora de Ara Balears, que se pasea por los platós de televisión regañando a Podemos de que los trapos sucios del Pacte hay que lavarlos en casa y no exteriorizarlos y que, ante el nepotismo del PSIB, lo que toca es callar en público para no engordar al contrario y debilitar al Govern.

Lo sustancial del discurso. Resulta preocupante que las críticas a las famosas declaraciones de Miquel Ensenyat se hayan centrado únicamente en las formas –sus ataques a los extremeños y a los “pobres y miserables” escandinavos– y no en el fondo: la infrafinanciación de Baleares. ¿Será verdad que Ensenyat tiene razón en lo sustancial? Algunos creen que el presidente del Consell de Mallorca (apenas un 17% de los votos en la isla) ha dicho lo que todo el mundo piensa en privado pero que nadie se atreve a decir en público.Si así fuera se trataría de un fracaso en toda regla de PP y PSOE y un éxito indudable del separatismo que por fin habrían logrado inocular la consigna mágica del “Madrid mos roba” entre amplias capas de la población, precisamente cuando Baleares está mejor financiada que nunca. Ahí está Miquel Ramis, el diputado del PP en Madrid, reconociendo que le gustaría tener un grupo propio en las Cortes, unas intenciones que dejan bien a las claras que sus años de diputado nacional en la Carrera de San Jerónimo no le han servido para saber interpretar correctamente una balanza fiscal o conocer de primera mano las mejoras que han supuesto para Baleares los sucesivos modelos de financiación. Ramis es la viva imagen del PP balear, una formación despistada que ha terminado asumiendo el falso victimismo de Més y ERC.

El fracaso de los Perelló. Miquel Perelló (Més) es un maestro de escuela que ahora ejerce de concejal de Cultura, Memoria Histórica y Política Lingüística de Cort. Perelló es noticia estos días porque tiene entre ceja y ceja derribar el monumento de Sa Feixina sufragado por las familias de las 800 víctimas del crucero Baleares. Pues bien, el otro día regañó a los concejales de la corporación municipal pidiéndoles que hablaran en catalán en sus intervenciones plenarias para dar ejemplo. Perelló es coherente. Un equipo municipal que prohíbe el castellano en los premios Ciutat de Palma y que toma la decisión de dirigirse como norma general a los palmesanos en catalán salvo indicación expresa de los interesados tiene que dar ejemplo si quiere ser coherente con sus decisiones. Lo que no puede ser es predicar una cosa y hacer la contraria. Los ciudadanos están hartos de imposiciones –ahí está Armengol salando en sus declaraciones públicas mientras prohíbe salar a los locutores de los informativos de IB3– que luego los políticos se saltan a la torera. Con todo, lo que refleja en el fondo la dramática petición de Perelló es el proceso de latinización del mallorquín en Palma. Y la corporación no es más que un reflejo de la realidad de la calle. Mientras el catalán se ha convertido en la lengua del poder y del mundo oficial, el mallorquín se oye cada vez menos en las calles de Palma, no digamos ya entre las jóvenes generaciones. Basta darse un rodeo por cualquier colegio y percatarse de la lengua de relación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Los Perelló tienen la batalla perdida. Los catalanistas creen que su fracaso se debe a que la normalización lingüística no ha sido lo suficiente intensa y que, por tanto, la solución pasa por más imposición. Ni siquiera se plantean erroresen los modos de aplicaruna ley de normalización que, en treinta años, nos ha llevado a un uso residual del mallorquín, menorquín e ibicenco. Según el último informe estadístico bendecido por la UIB, los baleares que usan la lengua autóctona apenas rondan ya el 35% de la población y en franca recesión (hace diez años era un 45%). El catalanismo puede presumir de controlar todas las esferas de influencia y de poder pero su programa a largo plazo ha sido un rotundo fracaso. No cabe esperar ninguna reflexión entre los habituados a la irreflexión, a la repetición de consignas, a la soberbia dogmática de los que se creen elegidos por la gracia de la “cultura, la ciencia y el saber” y a creerse que la suerte de las lenguas depende sólo del poder político y de sus políticas lingüísticas. No entienden nada. Es la sociedad balear la que les ha dado la espalda.

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Publicat a El Mundo-El Día de Baleares, es 26-9-2015.

Ramon Llull y Farragut són cultura menorquina

Que vayan por delante estas líneas como homenaje a dos grandes exponentes de nuestra cultura balear: el sabio mestre il•luminat Ramon Llull, del cual este año 2015 se conmemora el 700 aniversario de su muerte, y el histórico primer almirante de la marina nortemericana e hijo ilustre de Ciutadella, David G. Farragut, hijo del menorquín Jordi Ferragut, que el viernes pasado cumplía 145 años desde su fallecimiento. Parece ser que los astros del pancatalanismo se alinearon este 2015 para cometer un doble robatorum, una vez más, a la cultura propia de las Baleares. Recordarán que hace justo un año, Foment Cultural de Menorca y Club Nàutic de Ciutadella denunciabamos y pedíamos a las autoridades menorquinas que reaccionaran ante la usurpación de nuestro Almirant Farragut —sí, Almirant en menorquín y no “Almirall” en catalán; tal como firmaba también el mallorquín Cristòfol Colom— por parte de una fundación impulsada por la Generalitat de Catalunya en los Estados Unidos. Y nuestras instituciones, mientras tanto, sumisas y orgullosas de ser partícipes de este bochornoso despropósito, alardeando de colaboración con una Generalitat de Catalunya que pretende “desconectarse de España” en menos de un mes o pidiendo el reingreso al Institut Ramon Llull —del que lo único que deberían pedir es su abolición al ser dicho personaje propio de Baleares y no de Cataluña—, y aquí todo el mundo como si nada.

Es muy triste que el 700 aniversario de Ramon Llull y el 145 de la muerte de David G. Farragut hayan pasado desapercibido en Menorca. El catalanismo tan solo recurre a estas figuras para atribuirles una falsa catalanidad, pero nunca para exaltarlos como personajes célebres de nuestra tierra, qué curioso. Les recomiendo el brillante artículo Ramon Llull, defensor des Regne, de mi amigo e historiador Mateu Cañellas Taberner. Saca a la luz dos verdades como puños sobre la vida de Ramon Llull y que todos los baleares deberíamos conocer: “En plena commemoració des 700 anys des naixement d’en Ramon Llull —màxim exponent de sa cultura balear—, es catalanisme s’encarrega d’amagar aquells aspectes de sa seva vida i obra que són contraris a sa seva doctrina, com són: a) en Llull mai va anomenar sa seva llengua com a “catalana” i b) sa seva oposició frontal a s’ocupació aragonesa des Regne de Mallorca”.

¿Será demasiado pedir a nuestros gobernantes que rectifiquen y que, independientemente de su ideología nacionalista, celebren algún acto en Menorca en honor a Ramon Llull y David G. Farragut? No parece estar por la labor Miquel Àngel Maria, Conseller de Cultura del CIMe, quien está más preocupado buscando el santo grial de les quatre barres en el Castillo de Santa Àgueda para justificar que Menorca es catalana, tergiversando así el escudo de Alfonso III de Aragón, lo que le ha generado una polémica y un ridículo en las redes sociales que se ha ganado a pulso. Veritas in simplice, estimat conseller: som menorquins.

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Publicat en es Diari de Menorca, es 21-8-2015.